Cupcakes glaseados

Ingredientes:

Para los cupcakes:

125 grs de mantequilla
125 grs de azúcar
2 huevos batidos
125 grs de harina con levadura incorporada
2 cucharadas de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para el glaseado de mantequilla:


75 grs de mantequilla
2 cucharadas de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
225 grs de azúcar glas tamizado


Utensilios:

Moldes para 12 cupcakes medianos o 24 pequeños (aunque a mi me salieron unos 15 medianos). Es mejor que los moldes sean de silicona, ya que los de papel se pueden pegar.

Preparación:

En un cuenco grande, se bate la mantequilla reblandecida con el azúcar hasta que adquiera una consistencia ligera y suave. A continuación, se añaden poco a poco los huevos batidos y una cucharada de harina para que la mezcla no cuaje. Con la ayuda de una cuchara metálica, se mezcla con cuidado el resto de la harina y se incorpora la leche y el extracto de vainilla. Se colocan los moldes en una bandeja para hornear y se reparte la masa a partes iguales. Se cuece en el horno precalentado a 190º C durante unos 15 0 20 minutos. Se extraen los cupcakes cuando hayan subido y estén dorados, y se dejan enfriar sobre una rejilla.

Glaseado:

Se bate la mantequilla hasta conseguir una textura suave. Se vierte la leche y el extracto de vainilla, se agrega la mitad del azúcar glas y se bate durante unos minutos más. Se incorpora el azúcar restante y se continua batiendo hasta que la mezcla adquiera una consistencia suave y ligera. Si se añade algún colorante alimentario, habrá que hacerlo gota a gota hasta obtener la tonalidad deseada.

Con una espátula se extiende el glaseado desde el centro de la magdalena hacia uno de los lados. Se repite la operación en el otro lado hasta que la magdalena quede completamente cubierta. Por último, se mueve la espátula desde el centro hacia fuera en sentido contrario a las agujas del reloj para formar un remolino. Se puede decorar con frambuesas.

Le doy las gracias a Gustavo, no sólo por pasarme ésta receta tan original de magdalenas, sino por haberlas llevado un día al trabajo e invitarme a probarlas.